
El agua es un recurso del que dependemos para casi todo. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) unas 2, 200 millones de personas viven sin acceso a agua potable en todo el mundo, lo que ha sido catalogado como una crisis mundial de agua de calidad.
La escasez de agua para consumo humano tiene varias causantes; el crecimiento de la población, las crecientes demandas de la agricultura y la industria, y el empeoramiento de los impactos del cambio climático son algunos de ellos. La situación no parece mejorar.
En Nicaragua el panorama es similar, las actividades económicas como los Monocultivos, las Industrias y actividades extractivas compiten con el abastecimiento para el consumo humano y saneamiento de los grupos poblacionales. Asimismo, el recurso hídrico tiene una participación importante en la matriz de generación eléctrica, con una capacidad instalada de aproximadamente el 10% en hidroeléctricas.
El incremento en la demanda por el sector primario, la industria y el consumo humano, sumado a los efectos adversos del cambio climático han mermado la disponibilidad del agua en el país. De acuerdo al monitoreo realizado desde Centro Humboldt, el 70% de los pozos excavados a mano en parte del corredor seco, presentan situaciones críticas de agua, en su mayoría totalmente secos, de igual forma todas las fuentes de agua superficiales como ríos y quebradas.
Desde Centro Humboldt, conscientes de la importancia del agua como medio de vida para las comunidades, hemos asumido compromiso para acompañarlos y fortalecer capacidades en la construcción de su desarrollo sostenible, promoviendo la Gestión Integrada del Recurso Hídrico, a través de la implementación de las obras de acceso, monitoreo a la calidad de agua, energías renovables y seguridad alimentaria.
Este año el Día Mundial del Agua trata de lo que significa el agua para las personas, su verdadero valor y cómo podemos proteger mejor este recurso vital. La forma en que valoramos el agua determina cómo se gestiona y se comparte
El valor del agua es ciertamente incalculable e ilimitado, ya que la vida no puede existir sin ella y no tiene reemplazo.